LA ESTABILIZACIÓN DE LA UNIDAD MONETARIA: DESDE EL PUNTO DE VISTA TEÓRICO
DOI:
https://doi.org/10.52195/pm.v21i2.963Abstract
La doctrina generalmente aceptada sostiene que el establecimiento de relaciones sanas entre monedas sólo es posible con una “balanza de pagos favorable”. Según este punto de vista, un país con una “balanza de pagos desfavorable” no puede mantener la estabilidad de su valor monetario. En este caso, el deterioro del tipo de cambio se considera estructural y se piensa que sólo podrá contrarrestarse eficazmente eliminando los defectos estructurales.
La respuesta a este y a argumentos similares es inherente a la teoría cuantitativa y a la ley de Gresham.
La Teoría Cuantitativa demostró que en un país que utiliza sólo dinero mercancía, el estándar de “moneda puramente metálica” de la Teoría Monetaria, el dinero nunca puede fluir hacia el extranjero de manera continua durante un período de tiempo. La salida de una parte de la oferta de oro provoca una contracción de la cantidad de dinero disponible en el mercado interno. Esto reduce los precios de las materias primas, promueve las exportaciones y restringe las importaciones, hasta que la cantidad de dinero en la economía nacional se repone desde el exterior. Los metales preciosos que se utilizan como dinero están dispersos entre las distintas empresas individuales y, por tanto, entre las distintas economías nacionales, según el alcance y la intensidad de sus respectivas demandas de dinero. Las intervenciones gubernamentales, que buscan regular los movimientos monetarios internacionales para asegurar a la economía una cantidad “necesaria” de dinero, son superfluas.